Del reto a la marabunta: por qué dejé las carreras populares

Este mes han fallecido cuatro corredores populares en nuestro país.  Las tristes noticias me han recordado este post que publiqué hace tiempo sobre las razones por las que dejé de participar en carreras populares después de haberlo hecho durante quince años.

 

Comencé a correr

Comencé a correr por casualidad hace quince años.  Preocupado por los kilos de más que había ganado, consecuencia de un cambio extremo de rutina laboral.  Por aquel entonces se cruzó por primera vez en mi vida un maratoniano, e.d. un tipo que había logrado terminar un maratón.  Esta hazaña portentosa me hacía verle como un “elegido”, un de los contados vencedores de esa batalla épica en una distancia eterna (los 42 km, 195 metros).  Le veía tan héroe como a Filípides, el primer maratoniano.

Filipides

Varias veces a la semana, nos juntábamos para correr en el Retiro donde era frecuente que los perros, por entonces poco habituados a ver humanos corriendo en paños menores, se desgañitasen en ladridos a nuestro paso.  

Al cabo de un par de semanas, una mañana subiendo por la cuesta del Angel Caído, me dí cuenta de que mi admirado maratoniano resoplaba como un búfalo.   ¿Significaba esto que tendría alguna oportunidad de convertirme yo mismo en maratoniano?  ¿Acaso ese reto agónico estaría algún día a mi alcance? 

 

Mi primera carrera

A los pocos meses, ilusionado con mis progresos, decidí apuntarme a una carrera popular.  

No se me ocurrió nada mejor que inscrbirme a la media maratón más dura de la Comunidad de Madrid: la de Fuencarral. Recuerdo que acudí a ella con un respeto reverencial hacia la carrera y hacia los demás corredores.  Casi salía de mí pedir disculpas por colarme en la línea de salida junto a tipos tan finos como africanos, con barbas hirsutas y piernas secas y depiladas… Terminé aquella media maratón en la mitad del paquete y con muy buenas sensaciones.  No fue casualidad: el atletismo es 100% generoso porque te devuelve siempre en proporción a lo que tú le has dado.  Y yo llevaba entrenando varios meses a razón de 5 días a la semana.

 

Un modo de vida

A ese medio maratón siguieron otros muchos.  Cada carrera era un nuevo reto para acercarme lo más posible a mis límites:  no hablo sólo de cronómetro sino también de sensaciones, de experiencia.  Una oportunidad de beber mejor en carrera, de apretar en el tramo final, de no clavarme en las cuestas, de distraerme en la primera parte de la carrera y concentrarme en la segunda…. De disfrutar en definitiva el día de la carrera, de todo lo que me había esforzado en los entrenamientos.  Como decía el campeón olímpico Sebastian Coe:  «No me gusta entrenar.  Solo lo hago para cobrarme mi recompensa cuando compito» (Sebastian Coe).

Asi que hasta que enfrentarme yo mismo a los 42 km apareció ante mí como el siguente reto.  De forma natural.  

Leí los escasos libros que por aquel entonces se habían publicado sobre la distancia y me suscribí a Corricolari: aquella mítica revista donde escribían runners expertos, atletas, entrenadores profesionales.  Una revista repleta de consejos que me parecían oro puro.  Sobre alimentación, preparación, estiramientos, y cómo no, sobre las liturgias previas a la carrera. Además, por aquel entonces era el único lugar donde podías informarte sobre las fechas y lugares de las carreras.  Cada ejemplar de Corricolari me iba convirtiendo en un miembro más de esa tribu a la que quise pertenecer desde el primer día que me colgué un dorsal.  

Mi primer maratón fue en Madrid.  Todavía recuerdo la incertidumbre, la “paciencia del eremita” (Abel Antón) durante la primera parte de la carrera, aquella sensación de ir bien de combustible al entrar en la Casa de Campo y los pelos de punta chocando manos con los niños apostados junto al asfalto en Méndez Alvaro, consciente de que lo iba a lograr, que iba a llegar a meta.

Maraton palma

Aquel día me dí cuenta que estaba lejísimos de llegar a mi techo, y que acercarme a éste suponía un reto todavía más poderoso.  Así que me uní a un grupo de entrenamiento en el estadio Vallehermoso.  Un grupo espléndido formado por gente de todo perfil, como Víctor, como Eduardo, como Angel, como Pablo.  Un grupo preparado con una dedicación y un rigor que posiblemente jamás merecí por el entrenador de fondo con más talento de este país:  Jerónimo Bravo.

Con tales apoyos, el viaje se hizo cada vez más grato.  Salir del trabajo con la bolsa de deporte camino de Vallehermoso era una gozada.  Entrenar con esta gente era mi oasis de paz, aún sabiendo que en esos entrenamentos de cuestas, series o en esas sesiones de gimnasia, ibas a sufrir de veras…

Correr transformó mi vida, hasta convertirse en una filosofía que lo dirigía todo, que lo empapaba todo.  Por ella salía a correr dos horas un domingo temprano en la Casa de Campo aunque me hubiese acostado de madrugada mazado a copas.  Por ella le quitaba protagonismo a todo lo demás.  Así vinieron trece maratones más.  En  San Sebastián, en Sevilla, en Mallorca, en Berlín, en Nueva York…

 

No es para tanto

No pretendo impresionar a nadie.  Deliberadamente no voy a hablaros de marcas.   Esta historia no va de records ni conquistas: el ámbito de los récords pertenece a los atletas profesionales. La medalla de los atletas populares es la superación, a la que sólo puede llegarse por el camino de la perseverancia y el esfuerzo.  

Y lo bueno de esto, es que no es para tanto.  Para correr maratones no hace falta ninguna cualidad especial.  Es falso que requiera un esfuerzo hercúleo.  No creas a nadie que te hable en términos épicos del muro, o de que se le apareció la Vírgen en la línea de meta.  La gente exagera mucho.  Y exagera más cuanto menos sabe.

 

Superar a tu rival

Sin embargo, sí existe un requisito imprescindible para alcanzar ese éxito y (en mi opinión) para que la actividad del atletismo tenga sentido.  Que seas capaz de batir a tu rival.  Y en el atletismo popular, el único rival eres tú mismo. 

Para batir a ese rival, lo único que debes hacer es entrenar con perseverancia para mejorar.  Permíteme decirlo más claro todavía: el atletismo popular no puede entenderse sin la perserverancia y el esfuerzo.  Al menos no el atletismo popular al que yo estoy dispuesto a dedicarle tiempo. 

 

Enfermedad

Hace 5 años me inscribí en el maratón de Londres.  Estaba en el mejor momento de forma de mi vida:  había mejorado mi marca en maratón (Mallorca, terminando entre los quince primeros), en media maratón (Getafe) y en 10.000 (San Silvestre Vallecana Internacional) de forma consecutiva.

Y en ese preciso instante mi salud hizo crack, por razones que no vienen al caso ahora mismo.  Tuve que cancelar mi viaje y comenzó una travesía por el desierto (que duró cerca de 3 años) durante la cual dejé de correr por completo.  

 

3 años después

Como todo pasa, transcurrido ese tiempo volví a presentarme en la línea de salida de una carrera. Con la misma prudencia de siempre.

Pero me encontré un cuadro muy diferente al que os acabo de describir.  El número de participantes en cualquier carrera se había multiplicado.  La mayor parte de la gente que me rodeaba parecía totalmente ajena al mundo del atletismo popular: ni sus rutinas previas, ni su apariencia física, ni siquiera su actitud de respeto respecto a la carrera y a los demás corredores tenían nada que ver con mi experiencia del pasado.

Es como sí durante aquellos 3 años me hubiesen hibernado y trasladado a una galaxia muy lejana. Y en la nueva galaxia, me encontraba rodeado de extraños. 

 

Por qué ya no participo en carreras populares

Por eso hace ya tres años tomé la decisión de seguir entrenando pero no volver a colgarme un dorsal.  Tengo buenos amigos que siguen corriendo y me han preguntado por qué.  Ya no participo en carreras populares porque se han masificado y se han difuminado totalmente sus valores:

  • Porque el celofán (los elementos externos, el ruido de los patrocinadores, las convocatorias masivas)  ha sustituido a la experiencia (el reto, la superación, el entrenamiento en silencio).
  • Porque cómo vayas de maqueado se ha convertido en algo más importante a cómo funcionen tus piernas.
  • Porque parece que para sentirse corredor es más importante ponerse un dorsal y un chip en la zapatilla que pensar como un corredor y comportarte como un corredor.
  • Porque la feria (no la feria del corredor la víspera de la carrera sino la feria de la meta y la salida), han sustituido a la concentración que permite gozar de verdad de la carrera.
  • Porque pensar que la ilusión de correr se reduce a ponerte un pantalón corto los domingos, es como vivir en Matrix sin saber que hay un mundo real más allá.
  • Porque se ha perdido totalmente el respeto a los demás corredores:  cualquier runner en bermudas puede situarse delante de ti en la salida, cruzarse varias veces por delante, incluso pisarte, para luego abandonar o continuar caminando el resto de la carrera…  Por supuesto, cualquiera de estos corredores tiene el mismo derecho que cualquier otro a presentarse en la línea de salida.  El mismo que tengo yo a no querer correr a su lado.

Sé que ya no voy a encontrar en Madrid carreras donde se pueda recuperar aquel espíritu auténtico, humilde y esforzado de antaño.

Por eso sólo me encontraréis en el Maratón Popular de Madrid una vez al año.  Es mi manera de homenajear a los 42 km: la única carrera que es imposible terminar si no te has tomado tus entrenamientos medianamente en serio durante al menos 3 meses. Y quizá algún día vuelva a Londres, a terminar ese maratón que nunca pude comenzar.

Seguro que ya no tengo la ilusión de antes, y por supuesto, ya no voy al ritmo de antes, pero me siento MUY acreedor de un sitio en la salida de esa carrera alrededor de la cual he centrado mi ilusión tantos años.

Saludos a todos.

 

40 Comments

40 Comments

  1. Tomás de la Torre says:

    Estoy totalmente de acuerdo Javier. Yo empecé en el año 1.997 a correr carreras populares, si bien llevaba corriendo desde mucho tiempo antes. No voy de viejo lobo de mar, porque cuando yo me incorporé al atletismo popular ya había mucha gente que llevaba mucho tiempo en él.El tiempo que llevo corriendo carreras me ha dado para observar la diferencia que tu comentas en esta entrada. Ha desaparecido el respeto; la humildad no existe, cualquier recién llegado pretende pasar por experto amparándose en el material que lleva y en las cuatro cosas que han mal aprendido; verbigracia: ¿eres pronador o supinador?. En fin, esto es en lo que se ha convertido la mayor de mis aficiones. Solo quedan dos posibilidades: apartarse, negándose a formar parte de la masa borreguil o intentar seguir en ello procurando, en la medida de lo posible, huir de los focos más colonizados por el esnobismo.
    Te invito a que leas la entrada de mi blog. Larga vida al atletismo popular.
    http://blogtomaschaqueta.blogspot.com.es/2013/03/larga-vida-al-atletismo-popular.html

  2. Carlos says:

    Coincido en casi todo, Javier, menos en el final. Por desgracia, tu concepción del maratón (Madrid, en ese caso) creo que no es del todo acertada. Cada vez se apunta más gente sin una preparación mínimamente adecuada para la distancia del maratón. Hacen medias normalmente y saben que al 25-26 llegarán más o menos bien, luego sufrirán 2-3 kilómetros y luego a andar un poquillo, otro rato corriendo, etc. Y conforme terminan se apuntan a otro.
    Se ha pasado de la épica, que tampoco, a desprestigiar totalmente la prueba. Y si nos vamos al mundo del trail (maratón y hasta ultras…).

    Un saludo

  3. Víctor aguirre says:

    Pues yo en lo de las carreras populares no estoy de acuerdo contigo pues me parecen fantásticas para que la gente haga y se inicié en tan maravilloso deporte para carreras más serias están los campeonatos o entrenamientos que cada uno puede marcarse. Mi voto es un SI a las carreras populares y agradecimiento a los que las preparan. Suerte con la maratón de Londres si la haces.

  4. Correo HTML Typepad
    Gracias a ti Víctor, pero en asfalto rara vez hay “pruebas o campeonatos profesionales” salvo en el atletismo internacional.  En mayor parte de campeonatos nacionales o provinciales, si te lo tomas realmente en serio no tienes alternativa a ir esquivando a gente que no se lo toma en serio.  Bienvenida sea tu opinión en todo caso. 

  5. Jordi says:

    Buenas,

    Hay mucho de razón en lo que dices y, a eso, le sumaría(aunque en algún comentario, ya lo insinúas)una nueva especie son: los RECORTADORES que, en carreras de 10kms, acaban corriendo 9 o 9,2, como si se estuviesen jugando ir a los JJOO. En fin….

    Yo hace tiempo que, abandoné el asfalto y me lancé a la montaña, donde el ambiente es más sanote y de buen rollo aunque en las más populares y cercanas a Barcelona tb empiezan a llegar gente que no respeta al resto ni al medio…

    Siempre, quedarán carreras como las Punk Trail, donde lo que prima es disfrutar del deporte, la gente y el entorno: http://blogmaldito.com/2013/05/07/25-cosas-que-debes-saber-sobre-una-punk-trail/

    Saludos

  6. Jose says:

    Opino como tu. Llevo muchos años corriendo y en las carreras pretendo esprimir el fruto de lo entrenado pero en estas mega carreras masivas hechas solo para sacar pasta es imposible

    Salidas masificadas, el primer km no puedes correr, gente poco solidaria, mala organizacion, dervicios y en definitiva cuidado al corredor

    En madrid me refiero por ejemplo a madrd corre x madrid, ponle freno, sansilvestre vallecana, etc

    Este año he descubierto la de tetuan y la de san lorenzo, carreras de barrio con buen ambiente y cuidado x el corredor. Ah! Y donde si puedes correr a tope desde el primer km

  7. pablo says:

    Es verdad que correr en carreras populares cada vez es mas rollo y en las que antes se podia correr ahora se puede ir a estirar las piernas y tomarselo como entreno… Pero eso no da derecho a tratar de inferiores o domingueros, todos tenemos un mismo objetivo…el de mejorar, y hay gente que hace recortes o se mete en cajones con tiempos inferiores al suyo, el deporte educa y enseña valores…todo llegara.

  8. Correo HTML Typepad
    Dominguero no tiene por qué ser el que corre menos sino el que no entiende y no respeta lo que tiene alrededor.  Me reafirmo: el que hace eso es un dominguero.  Saludos.  

  9. SHAUN says:

    Vaya resulta que ahora los que empiezan ahora son borregos y antes eran caballeros, no me parece ni acertado ni justo lo que estaís diciendo.

    Vosotros en vuestro comienzos no molestabais a nadie, claro no lo sabeis pero os aseguro que si.

    Esos que os molestan ahora espero que cuando puedan entrenar a diario y tengan un nivel, no sean tan elitistas como vosotros y se den cuenta que siempre hay un principio.

    Un saludo.

  10. Correo HTML Typepad
    Sugiero que leas de nuevo el artículo Shaun, porque no va sobre el nivel de un corredor que empieza sino sobre seriedad y respeto respecto a la actividad del atletismo popular.  Saludos. 

    1. HIPOLITO ALCARAZ ESPINOSA says:

      pues no molestabamos a nadie ni nos metiamos con nadie, nos veian como bichos raros(si, ese que corre esta loco) y de la noche a la mañana se multiplicado,yo llevo corriendo desde el 1997 y ahora te tienes que tragar que alguien que va y que sabe que va a ir mas lento que tu se plante en la salida delante de ti, entorpeciendo al resto, es verdad ese respeto se ha perdido

  11. SHAUN says:

    Creo que no has leído bien mi respuesta o yo no me he sabido explicar (o también puede ocurrir que no la has sabido entender).
    Yo hablo de borregos y caballeros, no del nivel de nadie solo nombro el nivel para subir de rango, cosa que muchas veces no está relacionada con la forma en que está cada uno.
    Lo que quiero decir es que aveces cuando empiezas, estás tan extenuado, cuando los demás van tan frescos, que sin querer «molestas», pero eso lo hemos hecho tod@s y seguirá pasando sin querer.
    Bueno que no es mi página, no quiero polemizar y si he ofendido pido perdón, solo que al leer el artículo me ví reflejado y no pude evitar la tentación de decir lo que pensaba, espero que sirva para enriquecer esta página que me gusta.
    Un saludo.

  12. Rafa Romero says:

    Da gusto leerte, sr. Regueira.
    Y no puedo estar más de acuerdo. Parecía que estaba leyendo lo mismo que yo vivo con el surfing, donde sucede exactamente igual de un tiempo a esta parte: moda, celofán, apariencias, y nulo respeto y nula informacion sobre lo básico.
    Yo a diario, tras 26 años de práctica constante, veo en el surf todo eso que has descrito en el mundo del correr; una absoluta pérdida de su espíritu y sus valores entre la mayor parte de la masa que ha llegado.
    Y lo que quedará. Uf…
    Saludos!

  13. Coincido plenamente. Tuve la suerte de poderme entrenar a una maratón de 42 kilómetros en Buenos Aires, era joven y tenía 28 años; pero después de 10 años de correr cinco veces por semana una hora (con un control médico cuando tenía 16 años) y con un plan de 20 semanas (de 100 kilómetros semanales, incluyendo una vez por semana un recorrido de 30 kilómetros). Previamente había participado en una media maratón, un mes después 30 kilómetros y, al mes siguiente la maratón. Eran otros tiempos y, por lo que se ve, dentro de poco exigirán un certificado médico para participar en este tipo de pruebas, seguramente caro y, además, en mi modesta opinión, sospechosamente poco fiable. Dicen los expertos que para correr una media maratón se necesitan cinco años de preparación; pero en Internet vemos «planes de 12 semanas para correr una maratón» y, en letra pequeña, se aclara que hay que tener una base de entrenamiento. Hay un tema oculto, que es el supuesto doping de los corredores populares; se ven muchas cosas por ahí y hay varios testigos presenciales de lo que estoy hablando. Creo que lo que debería ser una campaña en bien de la salud se ha desmadrado y la preparación errónea se cree es darse caña todos los días, cuando el organismo humano necesita descanso y recuperación adecuado. Los equipos de fútbol de elite disputan sus encuentros,como mínimo cada tres días, son 72 horas las necesarias para recuperar un esfuerzo máximo. Los corredores populares suelen entrenar fuerte casi todos los días e incluso se pican con otros compañeros si salen a correr juntos. Corre el rumor, sin fundamento, que si vas a un fisioterapeuta es un buen profesional si te duele mucho el tratamiento. Hay que ir siempre al máximo, como nos exige la vida moderna; pero el cuerpo y la mente de un corredor popular no puede funcionar como la de un atleta profesional que se juega la vida con sus esfuerzos al límite de lo sobrehumano.

  14. Marcos says:

    Hola. Realmente una muy buena reflexión, sobre todo porque me he identificado plenamente cuando contabas tus comienzos y porque tal y como lo expones es muy fácil empatizar, al menos en mi caso.
    Creo que la evolución del atletismo popular en los últimos años con su consiguiente masificación han traído, digamos, malas prácticas y también unos valores algo distorsionados… sobre todo también por la evolución de las redes sociales y su tratamiento por parte de diferentes personas en las que prima sentirse reconocidos y en las que se da una sobreexposición de sus logros para calibrar su propia autoestima…
    Yo soy feliz corriendo, me lo paso muy bien. Incluso en entrenamientos duros y fatigosos. Y las maratones para mí son el clímax final de kms y kms en solitario… Suscribo el comentario de Sir S. Coe, así que seguiremos poniéndonos en la línea de salida, con la misma ilusión si cabe que el primer día… Todo lo demás es para debatir y opinar, pero a mí no me afecta en el sentido de renunciar a algo que me gusta, a pesar de que el entorno esté viciado o no agrupe los valores que lo enriquecían en un principio. He corrido dos veces Madrid, la última el año pasado, así que me alegro de haber compartido kilómetros contigo bajo la lluvia. Saludos

      1. R3dford says:

        Hola,

        Sólo aportar algo más a este gran post, con el cual estoy muy de acuerdo.
        Opino que lo que comentas ocurre con cualquier ámbito de la vida o deporte, donde prima el postureo y poco respeto. Véase en educación, trato a profesionales médicos o al señor que vende las golosinas en el kiosco.
        El tema del respeto es un mal endémico de la sociedad, que no es capaz de poner freno (ponerse de acuerdo) y educar en esos valores.
        Así nos va…
        Saludos

  15. Jesus says:

    Muy de acuerdo en muchos puntos. Por edad yo no he vivido esa etapa en la que los corredores eran vistos como alguien raro por los parques. Pero soy testigo (mi padre era y sigue siendo corredor) de cómo ha cambiado todo por lo que recuerdo de pequeño y lo que él me ha contado.
    Es sano que mucha gente practique deporte (ojalá fueran todos), pero siempre hay que hacerlo con cabeza. 10 kilómetros los puede terminar cualquiera con una mínima preparación, distancias mayores son otras palabras. Correr subentrenado es lo peor que se puede hacer, literalmente te cargas el cuerpo.
    Correr se ha convertido en un negocio pero siempre podemos encontrar alguna carrera donde no lo es tanto.
    Un saludo!

  16. Christian says:

    Generalizar no es nada bueno. No todos los que empezaron hace años son «los mejores» y más respetuosos con el deporte (ni con su propia vida) ni los que han empezado hace 2 días están apuntados por la moda, el celofán o como lo quieras llamar. Si algo puede engrandecer un deporte es la gente que lo practica, y como todo, el abuso es siempre malo en todos los ámbitos.
    Esta es mi opinión, igual que tu artículo es la tuya, la cual no comparto para nada y a mi también me da la sensación de ese «elitismo» que otra persona ha mencionado.

  17. UNAS INTERESANTES REFLEXIONES. EN MI LIBRO LIBRO «SER FELIZ CORRIENDO» (OS LO RECOMIENDO) EXPLICO MI CONCEPCIÓN DEL RUNNING. HAY QUE TOMAR LAS CARRERAS, EN MI OPINIÓN, COMO UNA FUENTE DE VALORES Y UNA VÍA PARA SER MÁS FELIZ. NO ES IMPORTANTE GANAR, NI LA MARCA, SINO DISFRUTAR DE LA CARRERA, HACER AMIGOS Y MEJORAR LA SALUD FÍSICA Y MENTAL. CON ESA CONCEPCIÓN DEL RUNNING SE SERÁ SIEMPRE MUY FELIZ. SALUDOS, AMIGOS.

  18. Albert says:

    completamente de acuerdo, yo ya también hace tiempo que dejé las carreras populares y las de montaña, con alguna excepción claro, ahora me dedico a correr carreras de orientación, poca gente, buen ambientillo, puedes hacer el cabra por el monte, correr campo a través, sacar el corazón por la boca en las subidas y además tener que pensar mientras corres, mantener la concentración buscando fitas mientras corro es un gran aliciente aparte de todo lo que ya he descrito, por suerte es una disciplina (a mi entender) difícil y no todo el mundo se anima a hacer orientación y por mi parte (siendo egoista) que asi siga mucho tiempo
    Saludos

  19. felipe says:

    amigo pienso muy similar a usted… corra boston, el nivel de organizacion, respeto y sincronia hacen de esa carrera un espectaculo clasico y motivador.

  20. Víctor says:

    No te lo tomes a mal, pero sinceramente creo que lo que te ocurre es que sientes que te han robado tu pequeño rincón de exclusividad.
    Y qué importa que ahora haya más gente!, que más te da a ti sí se han tomado en serio sus entrenamientos.. (Seguramente mucha gente de la que ha empezado en los últimos años se los toma igual o más en serio de lo que lo hacías tú cuando empezaste). En fin, a mi modo de ver, aquí hay sitio para todos, y tu actitud me recuerda a la de esa gente a la que le deja de gustar un grupo de música cuando se hace popular y empieza a ser conocido por más gente..
    Un saludo
    PD: La única falta de respeto que yo he detectado es la de alguna gente que se coloca adelante en la línea de salida, estorbando a los corredores que van a ir más rápido.

  21. José says:

    Jajajaja….
    Pues eso…. «Al que le pica…
    No queda otra que retirarse y dejar pasar a la gente nueva, ley de vida! Os hacéis viejos chicooos….

  22. Beatriz Mosquera says:

    Me gusta mucho este comentario pero que pena q no quieras correr mas con nosotros los aficionados ….lo digo porq me siento una de ellos los q corren sin mas preparacion q su ilucion ….debo decir q adoro desde el fondo de mi corazon ir a correr por lo menos 5 dias a la semana aunq solo sean 10 o 14 klm a las 6 de la mañana o antes casi siempre ya estoy en camino y cuando no puedo algunaq otra vez veo hermosos atardeceres con mi gran amor el runnig aunq yo voy a mi ritmo ..si me verias corriendo seguro te reirias de mi porq no tengo figura de corredora ya q me sobran kilitos pero me siento orgullosa de mi esfuerzo y las ganas q le hecho mas q todo por mi salud y q pena q no quieras correr mas a nuestro lado tendrias q tener un poquito mas de corazon para animarnos a seguir y motivarnos con tus experiencia spero no te molestes por mi comentario pero aunq no estes de acuerdo con los aficionados como yo tratare de nunca desanimarme y si algun dia vienes a mallorca avisame y asi no saldre a estorvarte en tu camino un saludo de una aficionada con ilucion y respeto un saludo ….

    1. Javier says:

      Gracias por tu comentario. Mi artículo no pretenden ofender a nadie, ni clasificar a los corredores en función de su estado de forma. Simplemente pedir respeto para quien entiende las carreras populares como una especie de premio a su esfuerzo en los entrenamientos. no como una feria. Un saludo y te deseo lo mejor.

  23. Eduardo says:

    A mí me da la impresión de que «usan» y promueven la multitud para pagar más a los profesionales que compiten para ganar y darle prestigio a la prueba y que genere aún más dinero. Me gusta la sensación de la gente ilusionada, pero no puedo evitar sentirme un «pagafantas» . Hace tiempo que me limito a correr a mí bola por los caminos de la sierra y con el único que compito es conmigo mismo.

  24. lou says:

    Muy deacuerdo con lo que has comentado. Después de correr en varias…Me retiro ahora corro por mi cuenta, se ha convertido todo en una feria solo con el afán de competir por quien lleva la mejor equipacion etc..como has dicho, se ha perdido el respeto y sobre todo la educación.

    1. Javier says:

      Estamos de acuerdo Lou, un amigo está intentando convencerme para volver a Mapoma este año, pero le va a costar… Un saludo y gracias por leer el blog y por tu comentario.

  25. Miguel says:

    Yo todavia soy joven (20 años solamente) pero llevo ya mas de 10 corriendo (desde que era benjamin o asi). La diferencia es que practicamente unicamente compito en pista, donde esto no se ve y con los años simplemente se ha visto una mayor tecnificacion. Sin embargo en alguna carrera popular que he corrido si que se ve lo que dices y parece que el postureo prima sobre el resto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Indica tu Nombre y tu correo electrónico para apuntarte a la asesoría gratuita

Indica tu Nombre y tu correo electrónico y recibirás el enlace para descargarte tu ebook gratuito