LO QUE SIEMPRE ODIÉ EN LAS REUNIONES DE TRABAJO

LO QUE SIEMPRE ODIÉ EN LAS REUNIONES DE TRABAJO

Meeting conflict 
Las 10 cosas que más me irritaban de las reuniones cuando curraba con una corbata al cuello:

1. La impuntualidad.  Es como si en el mundo habitasen dos razas: los pringaos puntuales y los marqueses impuntuales.  El mundo se mueve al ritmo que marcan estos últimos.

2. Perder el tiempo.  En general, esto es algo que me irrita sumamente en todos los órdenes de la vida, peor si son terceras personas las que me lo hacen perder.  No sé si es un signo de avidez por la vida o de estupidez que degenerará algún día en un infarto. 

3. Reuniones sin objetivos claros.  Si el grueso de la reunión consiste en comentar el fútbol de anoche, saldrás más tarde de la reunión y llegarás más tarde a casa por la noche.

4. Los móviles.  Se supone que una reunion se convoca porque para realizar un trabajo la suma de los asistentes produce más que su desempeño individual.  Si alguien está atendiendo al móvil, el mail, o ambos, no produce y por lo tanto sobra.

5. Los circunloquios.  Basta de rollos.  Vivimos en un mundo saturado.  Si no sabes manifestar una idea con una frase sencilla, seguramente es porque la idea no es muy brillante. De esas yo mismo suelo tener muchas al cabo del día pero no las comparto con los demás en las reuniones.

6. Los partidismos.  Las rencillas personales enturbian el trabajo y hacen que nos sindiquemos no con las mejores ideas sino con aquellos que nos caen mejor.

7. Los combates personales: las reuniones deben ser un trabajo en equipo no una refriega entre dos personas que compiten por destacar a los ojos de los demás.  ¿O nunca habéis asistido a una escalada de listezas entre dos compañeros?

8. Los toros bravos que no pueden esperar para embestir.  Deja hablar, no te impacientes…  Si no escuchar la pregunta en su totalidad, ¿cómo vas a responderla?  Si nos escuchas mis argumentos: ¿cómo vas a saber si estás de acuerdo o no conmigo?

9.  Aquellas gloriosas reuniones de status semanal donde todo el mundo va por obligación como en párvulos y la información solo es útil para el jefe.

10.  Las reuniones que concluyen sin definir los pasos a seguir.  Nos reunimos, charleteamos, nos levantamos y nos vamos… Sin un listado bien claro de pasos a seguir, responsables y timings, las cosas seguirán igual que antes de la reunión.

Uno de los aspectos en los que mi equilibrio mental ha mejorado en los últimos años es que ya casi no me reúno.   Saludos a todos.

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