¿Sabes cuánto vale tu IDEA de NEGOCIO? ¡CERO! Así que no la escondas, cuéntala…

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¿Sabes cuánto vale tu IDEA de NEGOCIO? ¡CERO! Así que no la escondas, cuéntala…

Una idea de negocio no vale NADA

Me gustaría hablaros hoy de uno de los errores más comunes en la génesis del emprendimiento: conceder excesiva importancia a la idea de negocio.

Atesorarla como si se tratase de un mágico salvaconducto al éxito y protegerla de ojos ajenos.

Sé de lo que hablo porque yo mismo cometí este error (y a lo bestia) en mi primera aventura empresarial. Como muchos sabéis, si seguís este blog, lo cuento en mi libro «Game Over»:

Game Over, de Javier Regueira

…que por cierto, voy a reeditar en breve a petición de quienes lo me contabais que estaba a la venta por 300 € en Amazon.  (Nota: la editorial que lo distribuyó ha cerrado y, como la edición se ha agotado, los pocos ejemplares que quedan  están a ese precio, no lo decido yo).

Si no quieres esperar al libro, pero te interesa escuchar la experiencia, aquí la tienes en vídeo.

Este es el valor de tu maravillosa idea: CERO

¿Quieres saber por qué tu idea vale CERO?  (no exagero, ese será su precio hasta el momento en que la lleves a ejecución).

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Porque todo está inventado.

Vivimos en un mundo totalmente comoditizado, los productos se parecen entre sí como gotas de agua. 

Los expertos hablan de que el 80% de las referencias que llenan las estanterías de un hipermercado cualquiera son prácticamente copias unas de otras.

Steve Jobs no inventó el primer reproductor de MP3, Idealista.com no fue el primer portal inmobiliario en España, Google no fue el primer buscador. 

Y sin embargo fueron y son los grandes triunfadores en sus respectivos mercados.  Por su excelencia en la ejecución, no por la idea.

4 motivos para contar tu idea

  • Contar tu idea es validar  tu idea.  Tu percepción no puede validarla porque es subjetiva.  La percepción de tercero sí puede porque es objetiva.
  • Contar tu idea es profundizar, más allá de un sí o un no, en las objeciones que puede generar entre tu target.  Posiblemente las mismas que encontrarán tus clientes.  Como reza la tesis del famoso best seller  “Lean Start Up”, te interesa enfrentarte a la cruda realidad cuanto antes y así no te costará dinero.  En otras palabras, testa tu idea hablando con mucha gente.  Así podrás mejorar tu idea.  ¡O descartarla, si es lo que conviene hacer!
  • Contar tu idea te permitirá descubrir sus puntos débiles antes de que los descubra un potencial inversor el día que te la estás jugando delante de él/ella.  Eso sí, no la comentes con tus mejores amigos.  Porque te dirán justo lo que quieres oír.   Y eso no te ayudará en nada. ¿Cómo elegir a tus interlocutores?:  si te da miedo contarle la idea (a ese antiguo profesor tan cruel, a ese compañero de carrera que se ha convertido en un emprendedor de éxito, a ese amigo consultor habituado a analizar empresas de todos los sectores, a ese vecino que es un banquero implacable…) probablemente es la persona adecuada para hacerlo.
  • Relativizar el tamaño de tu ego.  Repito: tu idea no es tan buena como crees.  Porque todo está inventado ya. 

Ser un general o un cabo chusquero: la decisión es tuya

Seguro que has oído hablar de un libro milenario que se recomienda en las Escuelas de negocio:  “Tsun Tzu: el arte de la guerra”. 

Se trata de  un manual de estrategia militar china escrito en el siglo IV a.C.   Una de sus pinceladas:

“Estudie a fondo la batalla antes de entrar en ella”.

En otras palabras:

“Investigue concienzudamente su mercado, que es su campo de batalla personal, antes de librar la guerra.  Así, cuando la guerra comience, será menos cruenta para usted”.

Tal vez ya hayas identificado a un puñado de profesionales a quien contarles tu idea.  Y te has sentado con ellos durante 30 minutos.  Si en esos 30 minutos no has sido capaz de convencerles de que la idea es buena, quizá no lo sea tanto.

Y si en ese tiempo tu interlocutor no logra demostrarte que no es tan buena como él/ella piensa, quizá sí lo sea.

En este último caso no te garantizo el éxito empresarial, pero sí te felicito por no haber caído en el error de guardarte la idea solo para ti, como yo hice en su momento.

Los inversores (business capital y business angels) suelen desconfiar de los empresarios noveles que exigen firmar cláusulas de confidencialidad antes de contarles sus proyectos. Por algo será.

Saludos a todos.

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